
La congelación de óvulos es una técnica para preservar la fertilidad de la mujer. Esto es porque se puede mantener su calidad durante varios años hasta que la mujer esté lista para ser madre.
Lo ideal es hacerlo antes de los 35 años para así garantizar que la mujer tiene una buena reserva ovárica y que la calidad de los óvulos sea la mejor a la hora de congelarlos.
Lo primero que se debe hacer es un examen de la hormona antimulleriana, también conocida como AHM. Así, se puede comprobar cuál es la reserva ovárica actual de la mujer. Una vez comprobada la AHM, se realizan diversos estudios ginecológicos y hormonales para verificar que todo esté bien e iniciar el tratamiento.
El tratamiento de la preservación de la fertilidad consiste en una estimulación ovárica para potenciar el crecimiento de los óvulos, entre 8 y 12 días aproximadamente. Después de la cual, se programa la extracción de estos.
La punción ovárica requiere de una sedación muy suave por 15 minutos para que la mujer no sienta incomodidad. Luego de esta, la paciente debe esperar entre 1 y 2 horas para que repose mientras se despierta de la sedación y se le dé el alta.
Al mismo tiempo, el laboratorio de biología comprueba la calidad de los óvulos para luego vitrificarlos a -196°C y se mantendrán así hasta que se decida usarlos en un futuro.

Preguntas frecuentes
- ¿Cuántos óvulos se consiguen en la estimulación ovárica? Depende de la reserva ovárica de la paciente. El ideal es tener al menos 12 ovocitos crioconservados.
- ¿Qué es la hormona AHM? La hormona antimulleriana es aquella liberada por los folículos en los ovarios, es indicadora de la reserva ovárica de cada mujer.