Fecundación In Vitro



La Fecundación In Vitro (FIV) es una de las técnicas más utilizadas en la reproducción asistida hoy en día. El nombre de este procedimiento se origina en la unión de los óvulos y los espermatozoides en el laboratorio, es decir, una fecundación fuera del cuerpo de la mujer.

La FIV es un tratamiento de fertilidad en el cual primero se hace una estimulación de los ovarios de manera controlada en 8-12 días. De esta forma, se puede conseguir el desarrollo perfecto de varios óvulos para así extraerlos en el momento de la punción folicular.

La punción folicular, o punción ovárica, se realiza en el quirófano bajo una sedación muy suave. La paciente en todo momentos respira autónomamente y se queda dormida aproximadamente unos 15 minutos para poder extraer los óvulos de los folículos, sin causar molestias. Por lo que, luego se realiza la fecundación en el laboratorio. 

Para la paciente no supone ninguna diferencia, de hecho, siempre tendrá que realizar un tratamiento de estimulación ovárica para producir un buen número de ovocitos y de buena calidad.

En función de la calidad de los espermatozoides y los ovocitos, los biólogos identifican la técnica de fecundación más adecuada a utilizar. Es decir, FIV o ICSI, con la opción de hacer una combinación de ambas. Uniendo en el laboratorio los óvulos y espermatozoides para generar embriones.

FIV convencional

En una fecundación in vitro convencional, los espermatozoides de la pareja o de un donante anónimo son previamente procesados ​​y depositados junto con un ovocito. Este tipo de técnica de fecundación es la que más se acerca a la que se produce de forma natural porque la fecundación del óvulo por el espermatozoide se realiza por sí misma.

Esto quiere decir que se colocan ovocitos y espermatozoides en el mismo espacio físico y se deja al azar cuál será el espermatozoide para fecundar un ovocito. La inseminación se realiza con aproximadamente 100.000 espermatozoides móviles por cada ovocito.

ICSI (microinyección espermática) 

En este caso, también se procesa el semen primero, pero son los biólogos quienes pescan el espermatozoide a través de una microaguja y lo introducen en el ovocito. Interviniendo así más activamente en el proceso de fecundación. El espermatozoide se selecciona teniendo en cuenta las características morfológicas y de movilidad que presenta.

La técnica de microinyección espermática o ICSI está especialmente indicada en parejas diagnosticadas de factor masculino severo. Es decir, cuando la pareja de la paciente tiene un recuento bajo de espermatozoides, movilidad reducida o morfología anormal. 

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuándo se recomienda ICSI? La ICSI está indicada después de un fracaso previo de un ciclo de FIV convencional y cuando la calidad del óvulo o del semen es baja.
  • ¿Cuál es la tasa de éxito de la FIV con ICSI? La tasa de fecundación de la ICSI puede llegar hasta el 80% de éxito. 
  • ¿En qué casos se usa la FIV convencional? El principal requisito para realizar esta técnica es tener una alta calidad seminal porque esto ofrece mayores garantías para que el espermatozoide sea capaz de fecundar el óvulo por sí mismo.